Esto de escribir siempre ha sido una cosa intermitente. En el colegio parecía tener bastante imaginación. Aunque creo que había una gran cuota de ingenuidad también. Y escribía bastante, pero todo era superficial, nada profundo. Siempre me pregunté si los escritores tenían que ser viejos, si para escribir bien había que madurar. Luego me di cuenta que madurar es relativo y mas bien hay que vivir. Si uno no "vive", no tiene nada que contar. La imaginación no es suficiente.

Uno vive y luego llena los espacios que quiere llenar. Vives una situación, pero luego la trasciendes con tu propia historia. Esa situación existe y luego es transformada.

Hoy por hoy me estoy vaciando. Lo digo en un buen sentido. Soy como una esponja que ha absorbido mucha agua y de pronto necesito que alguien me exprima.

Acumulé cierta cantidad de información y ahora estoy descargando. Espero que la inspiración me dure todo el gran tramo y no me quede a medias sin gasolina.